Por muy bien que quieras hacer las cosas habrá malos momentos y deberás analizar que estás haciendo mal exactamente para eliminar el problema desde su raíz.
Un negocio debe aspirar a la excelencia. No se trata de una visión romántica de manejar un negocio sino es más bien una necesidad de supervivencia.
Es el primer paso que tienes que dar hacía la excelencia. Es menos complicado de lo que crees llegar a ese punto pero mucho más difícil mantenerse ahí porque requiere disciplina.
Un estándar alto para tu negocio te asegura que incluso la mayoría de tus clientes complicados y exigentes salgan satisfechos. No es cuestión de cumplir con el nivel de exigencia de un cliente complicado porque muchas veces se conforman con menos. Es más bien una cuestión de cumplir con tu propio estándar alto de exigencia porque sabes que dar menos es estar por debajo de tus posibilidades.
Únicamente aquellos negocios que ponen sus propias exigencias por encima de las del mercado podrán triunfar a largo plazo. El resto siempre dejará hueco para un competidor que tenga el hambre de rellenar ese hueco.
Es más bien una estrategia de supervivencia para superar las expectativas del cliente y hacerlo increíblemente complicado para cualquier competidor estar a tu nivel.
Nosotros funcionamos en alti-bajos. Lo alcanzamos y abandonamos continuamente. Es muy complicado mantener un nivel muy alto pero hay que recordar que más que una opción es una obligación para estar bien para cuando el mercado se vuelva incluso más competitivo.
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